...La calle
huele a humo, a soledad, a “no hay nada más que hacer” a esta hora como que
nadie piensa cosas correctas, a esta hora como que la gente se deprime
fácilmente. Veo la vida pasar como mi cigarro encendido a mitad de la noche;
solo somos ceniza, tenemos toda una vida brillante y candente pero al final
solo somos ceniza, y no dejamos más que un carcinoma mal habido que no deja
respirar al mundo.
Hoy es
triste, lo sé porque estoy escribiendo, maldito malhábito de escribir a deshora
con el corazón en la mano, escribir no
es más que los residuos de lo dañino que queda del día, las poluciones
nocturnas de lo que queda de la rabia, un grito de auxilio en medio de la oscuridad que nadie escucha,
porque nadie está ahí. Pero que alivio da¡¡¡
Me gusta
escapar, creo que soy cobarde o muy débil o una combinación de ambas, no lo sé.
Pero me gusta huir, la idea de alejarme de todo, me parece apropiada, casi
siempre.